¿A quién pertenece una inspiración?
Creando diseños nuevos
En artesanía es un plus. No podemos competir con grandes cadenas de producción automáticas que abaratan los costes, pero sí en crear diseños nuevos.
Creando joyas únicas
En hacer que cada joya sea única, y por tanto especial. Unas veces mezclar diferentes técnicas da como resultado algo nuevo y bonito, otras veces es un diseño innovador con las técnicas de siempre lo que resulta novedoso.
Cuando nace una inspiración
Lo que me pregunto ahora es ¿de dónde nace esa inspiración, ese interruptor invisible que sugiere un diseño determinado? Lo imaginamos, pensamos en llevar a cabo una idea y lo hacemos realidad con las técnicas conocidas o buscamos, en otras técnicas, cómo desarrollar lo que la mente parece habernos sugerido.
Manifestación de algo más profundo
Decimos que las inspiraciones nos han llegado en un sueño, en un intento de transformar algo que hemos visto en la naturaleza en una joya (como un árbol, una flor, hojas, etc.), en un querer transmitir una sensación, una emoción, un suceso, incluso a través de otras joyas que hemos visto ya terminadas. Estas inspiraciones son la manifestación de algo más profundo.
Y ésa es la cuestión que realmente estoy planteando aquí. ¿Qué es la inspiración? ¿De dónde viene? ¿Realmente podemos llegar a considerarla nuestra?
¿Porqué planteo esta cuestión casi metafísica? Por una sencilla razón. He visto entre algunos artesanos ciertos secretismos sobre técnicas recién aprendidas. No quieren que nadie sepa de qué forma han conseguido resolver un problema técnico, ni comunicar sus conocimientos sobre un nuevo producto o técnica que podría “revolucionar” la artesanía. Como si compartirlo fuera perder su negocio. También he visto ciertos temores porque se copien sus ideas “geniales”, como si todo lo creado fuera exclusivo… No estoy a favor de que nadie imite las joyas de alguien, no me malinterpretéis. Dejo en el aire las cuestiones anteriormente planteadas y os pregunto ¿a quién pertenece realmente la inspiración? Lo que sugiero es que nos despersonalicemos de nuestras creaciones, que pertenecen por derecho al ser humano, por las cualidades intrínsecas en él, y no tanto a una persona en particular. Se haya recibido la inspiración en la forma que sea. Sugiero que vivamos sin temor de que nuestras ideas den pie a otras creaciones.
El ser humano tiene cualidades que no poseen otros seres vivos y es la capacidad de crear, de representar algo, de sugerir. Dejemos que la inspiración siga ayudándonos a manifestar algo interno, que nos permita hacer de este mundo algo más hermoso, dejemos que nuestra imaginación nos desborde. Olvidemos los temores, publiquemos los secretos.